una extraña sensación casi olvidada...

Me pasa que estoy tratando de reconciliarme con mi pasada tradición cristiana.
Viví y conocí el cristianismo en un ambiente "de corte pentecostal", del cual saco buenos, malos y muy malos recuerdos: me es difícil no asociar una oscura noche a una pelea de mis padres (o más bien a un monólogo enfurecido de mi madre), me es difícil escuchar la "Armonía" sin sentir hipocresía y falsedad, siento rabia cada vez que alguien habla canutamente  y cambia su tono de voz para hablar con Papá... No son cosas malas en sí, pero siempre dichos acontecimientos acompañaban el actuar errático de ella... No puedo definirla bien, es muy compleja y no sería correcto que lo hiciera. Por hoy, sé que gracias a ella asocio cosas que son buenas con dolores de estómago e interminables silencios que nadie se dignaba a quebrar.  Cometo el error de sentirme disgustada con todo lo relacionado a mi pasado eclesiástico...
Hoy vinieron unas amigas de mi ex iglesia... ellas son parte de los buenos momentos de mi antigua comunidad, pero me sentí incómoda con ellas... las conozco, conozco su amor por Dios y el inmenso cariño que tienen hacia mí, pero me era imposible no asociar cada acto de la visita con algo indeseable, que revolvía mi estómago y me hacía recordar aflicciones pasadas...  fue malo, no por su visita, si no por mí, porque aún tengo heridas que sanar pero cuestan una enormidad, fue malo porque no pude disfrutar la conversación pues estaba sonando la radio armonía y eso me intranquilizaba, fue malo porque ya perdí la costumbre de gente hablando de iglesia en mi casa, fue malo porque no ya no me sentía parte D...

A ti te quiero, no al que presentan las personas con sus actitudes triviales y mentirosas, te quiero a Ti tal como tú te muestras a mí...